lunes, 7 de septiembre de 2009

LISTOS!!!


El día 17 de diciembre amaneció frío y con fuertes vientos. La estación de guardacostas local registró vientos de 43 km/h, aunque los registros de los Wright no superaban los 39 km/h. Tal como habían acordado, avisaron con una bandera de señalización a tres guardacostas que no estaban de servicio para que fueran a ayudarles. También estaban presentes un tendero y Johnny Moore, un lugareño de trece años.


Por fin estaba todo listo


Wilbur se montó en el aparato y puso en marcha el motor. Orville describió los momentos siguientes: «Tras una breve carrera por la pista de despegue, la máquina se elevó y se puso a volar. El vuelo sólo duró doce segundos, y fue un vuelo inseguro, lento y oscilante; pero por fin era un vuelo real, y no un planeo. Los ayudantes recuperaron el Flyer, y entonces le llegó el turno a Orville. La máquina ascendía y descendía y avanzaba a trompicones. Aquella precariedad se debía en parte a mi total falta de experiencia en controlar un aeroplano, y en parte a un nuevo sistema de controles que habíamos adoptado, mediante el cual con un ligero toque conseguíamos lo que antes exigía un brusco tirón. Yo lo hacía demasiado fuerte, claro.»


Vuelo histórico


La distancia recorrida en aquel primer vuelo con motor dirigido fue de sólo 37 metros, menos que la longitud de la cabina de un jumbo. Quizá parezca insignificante, pero supuso el inicio de una nueva era. En menos de setenta años, el hombre llegó a la luna. Los hermanos Wright habían abierto un camino que otros pronto seguirían.


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