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En Dayton, Obio (Estados Unidos) vivían dos hermanos que se dedicaban a la fabricación de bicicletas. Wilbur y Orville Wright estudiaron los datos de Lilienthal y en 1900 decidieron pasar las vacaciones construyendo y haciendo volar planeadores. Eligieron como base de operaciones Kill Devil Hill, en Kjttv Hawk, Carolina del Norte. La colina, situada entre dunas de arena, reunía buenas condiciones para lanzar su máquina, y había muy pocos curiosos por allí que pudieran burlarse de sus primeros intentos.
Los Wright construyeron su primer planeador, según palabras del propio Orville, «con la misma precisión con que un relojero monta y ajusta su mejor reloj,. Pese a todo, los hermanos sufrieron una gran decepción. Había algún fallo en sus cálculos; el planeador voló, pero no tan bien como ellos esperaban. Orville y Wilbur contrastaron una y otra vez sus cálculos con las tablas de Lilienthal, pero no encontraron ningún error. Provistos de los datos obtenidos en las pruebas, regresaron a Dayton, decididos a hacerlo mejor el año siguiente.
El inicio de las pruebas, el 27 de julio de 1901, fue igual de decepcionante. El primer día el planeador sólo se levantó al noveno intento, y empezó a perder velocidad cuando había alcanzado una altura de 9 metros.
Wilbur consiguió aumentar de nuevo la velocidad y realizar un aterrizaje normal. Trece días más tarde, cuando Wilbur intentaba efectuar un giro, el ala de babor se inclinó, y el aparato entró en barrena. Afortunadamente, el accidente no fue grave.
Los hermanos habían escrito al famoso ingeniero aeronáutica Octave Chanute, que fue a visitarlos a Kill Devil Hill. Chanute no le encontró ningún fallo a la aeronave, así que no tuvo más remedio que admitir que los datos de Lilienthal debían de ser inexactos. Finalmente descubrieron el motivo: el viento que ascendía por la ladera de la colina artificial de Lilienthal en Berlín proporcionaba un empuje mucho mayor que el que se obtenía en terreno llano.
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